Quienes hasta hace... (dato inconfesable) creíamos que "TICs" eran solo movimientos convulsivos involuntarios, probablemente nos reimos de la incapacidad del niño de la viñeta. En el fondo, resulta bastante inverosímil (sino desolador) pensar que alguien no sepa reacccionar ante un estímulo tan básico como el que la maestra le propone.
¿De dónde procede la perplejidad del pequeño ante la pizarra de tiza? No sabe cómo usarla. Probablemente tampoco entiende por qué debería saberlo. Me solidarizo con él. Desconcierto similar lo he sentido yo ante la intromisión de las TIC en mi vida de profe. ¿Qué hago yo con una página web? ¡Si yo lo que quiero es dar clase!Por otro lado, ¿cómo ignorar que la escena representa una relación educativa fallida, interrumpida por un molesto cortocircuito? Si es cierto que "la clave del éxito [de profesores y alumnos] está en que los estudiantes puedan y quieran realizar las operaciones cognitivas convenientes"(1), parece claro que aquí algo no funciona. Falta un entorno técnico (instrumental) y un lenguaje compartidos. El niño ni siquiera intuye qué es lo que la maestra pretende de él.
Saber cómo usar los medios a nuestra disposición y trabajar para construir una relación pedagógica adecuada, son objetivos ineludibles en nuestra profesión. Y el empuje de la alfabetización tecnológica de las nuevas generaciones no es el único estimulo para adentrarnos en el mundo de las TIC. De hecho, en mi caso particular (trabajo con adultos), el nivel de alfabetización tecnológica de mis alumnos no es superior al mío (modesta usuaria del ordenador). Hay otro factor aún más importante: nuestro contexto social. La sociedad de la información, que aspira a convertirse en sociedad del conocimiento, exige que seamos usuarios competentes de las nuevas tecnologías, de lo contrario nos arriesgamos a ser ciudadanos incapaces de interpretar y participar eficazmente en la vida social y política. ¿Podemos, desde el ámbito de la educación, ignorar este aspecto?
Y si estos tres motivos no fueran suficientes, tengo un cuarto motivo par enfrentarme con simpatía al recurso tecnológico que nos ocupa, la PDI, después de todo se llama "PIZARRA", ¿no le quita esto un poco de miedo al asunto?
En los próximos post seguiremos indagando acerca de las posibilidades de este instrumento...
(1) Molinero López, Celeste “Introducción de las tic en el curriculo.unidad didáctica en matemáticas con pdi (Pizarra Digital Interactiva)” UNED
